Cómo definir el alcance de un sistema de gestión
Al comenzar la implementación de un sistema de gestión, uno de los primeros pasos clave es definir el alcance. Este proceso es crucial, ya que determina qué áreas de tu organización serán parte del sistema y cómo impactará en tus operaciones. ¿Por dónde empezar?
📌 Productos y servicios: Identifica los productos y servicios que estarán cubiertos por el sistema de gestión. Si tu empresa tiene diversas líneas de productos o múltiples unidades de negocio, es recomendable comenzar con una de ellas. Una vez que esté consolidada, podrás expandir el sistema a otras áreas, asegurando una integración gradual y eficaz. Algunos sistemas de gestión como ISO 14001 e ISO 45001 que se consideran de "sitio" también requieren que se especifiquen las direcciones en dónde se llevan a cabo las actividades alcanzadas.
📌 Exclusiones: Aunque algunas actividades pueden quedar fuera del alcance, es fundamental justificar claramente las exclusiones. Recuerda que la nueva versión de la norma ISO destaca que, aunque se tercerice parte de un proceso, la empresa sigue siendo responsable de su impacto en la conformidad del producto o servicio y en la satisfacción del cliente. Ejemplos de puntos que suelen excluirse son: diseño y desarrollo y propiedad del cliente.
📌 Contexto y partes interesadas: Asegúrate de que el alcance también considere las cuestiones del contexto de la organización y los intereses de las partes interesadas. Estos aspectos afectan directamente la definición y efectividad del sistema de gestión.
Finalmente, el alcance debe estar documentado y disponible para quienes lo necesiten, ya que proporciona una referencia clara sobre qué áreas son responsables del cumplimiento de los requisitos.
¿Tu sistema de gestión tiene un alcance bien definido que impulse el éxito de tu organización o necesitas ajustar algunos detalles para maximizar su efectividad?